Descripción
De esta cruz soberana oigan, señores, milagros y prodigios con mil primores, pues son tan grandes, que no hay pluma que pueda bien numerarles.
De los cielos bajaron con alegría los ángeles en coros, y pues son tantos los milagros que obra, que es un encanto.
Hombres, niños y mujeres llevan consigo la cruz que fue bajada del cielo empíreo, para el consuelo; líbranos de las garras del dragón fiero.
Una mujer afligida se vea en el parto, ponga sobre su vientre ese retrato: con facilidad esta cruz amorosa, del parto la sacará.